jueves, 17 de marzo de 2011

El buitre de Franz Kafka.

El buitre es uno de esos cuentos muy cortos de Franz Kafka pero que al leerlos dejan atónitos o con una sensación de que algo anda mal, y no se comprende como una persona puede haber llegado a un estado tal como el que se muestra en el cuento.

El cuento inicia de la siguiente forma:

“Erase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía su obra. Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre. “

Empieza narrando las desventuras de un sujeto al cual un buitre picotea los pies, ya le había destruido los zapatos , pero Kafka nos da algunas señales que en vez de hacer que nos concentremos en el buitre hace que prestemos atención al hombre, porque nos dice que cada que le da un picotazo el buitre vuela en círculos alrededor de el y después vuelve a picotear, esto con toda la intención de mostrar al lector que si bien el hombre estaba siendo picoteado podría haber huido en una de esas ocasiones en donde el buitre se aleja, o vuela en círculos, pero no lo hace.

Entonces Kafka inserta la figura de un segundo hombre que es quien nombra esta tremenda contradicción y absurdo que está pasando con aquel sujeto picoteado, y lanza una pregunta al sujeto ¿Por qué tolera al buitre?, pregunta muy pertinente en lo que va del cuento, ya que este segundo hombre que pudiera ser ubicado como un observador externo de la acción, no ubica algún tipo de impedimento que haga que el sujeto tenga que soportar al buitre.

Después de esta pregunta Kafka da más información del asunto y dice lo siguiente:

“-Estoy indefenso –le dije-, vino y empezó a picotearme, yo le quise espantar y hasta pensé retorcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.”

La respuesta que da el sujeto es sumamente desconcertante, en primer lugar dice que está indefenso, pero nunca se nos dio como lectores alguna señal de que se encontraba indefenso, es mas por el contrario se busco dar la menor cantidad de detalles para saber las condiciones en las que se encontraba siendo atacado por el buitre, pero el hombre se asume con indefenso es decir como si no tuviera ninguna forma de defenderse ante semejante animal.

Pero lo que sigue nos va indicando algunas características subjetivas acerca de la forma de ser de este sujeto víctima del buitre, el sujeto comenta después de aclarar que está indefenso que el buitre sin más llego y empezó picotearlo demostrando que el buitre desde que lo vio se dispuso a la acción, el sujeto menciona que lo quiso espantar, es decir que solo tuvo la intención de espantarlo pero que nunca hizo nada para hacerlo, demostrando que mientras el buitre pasa a la acción ,el hombre se queda solo en el pensamiento, en la intención de hacer algo pero sin realizarlo.

Habla también de que pensó en retorcerle el pescuezo, pero le vino la duda al pensar que los buitres son animales muy fuertes y que aunado a eso el buitre quería saltarle a la cara, esto lo atemoriza por completo y lo paraliza prefiriendo sacrificar sus pies que enfrentarlo, o arriesgarse que le salte a la cara, y comenta que ya casi están hecho pedazos lo cual genera una duda, ¿el buitre se conformara solo con los pies? O ira más arriba picoteando lo que queda del cuerpo del protagonista del cuento? Si es así, ¿no hubiera valido más enfrentarlo desde un primer momento? y evitar así el haber perdido sus pies y el segundo hombre aporta una posible solución que es la siguiente:

“-No se deje atormentar –dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó. “

Este segundo hombre aporta una solución muy sencilla para resolver el asunto, un tiro y el buitre se acabo, en apariencia muy fácilmente pero rimero dice no se deje atormentar, como una forma de seguir cuestionando la forma en que este hombre picoteado permite esa situación, y la forma en la que él se está volviendo cómplice de la misma.

El cuento continúa y el hombre picoteado responde ante la solución que este segundo hombre le ha dado para resolver la situación y que es la siguiente:

“¿Le parece? –Pregunté-, ¿quiere encargarse usted del asunto?

Este renglón nos dice mucho acerca de la forma en la que este sujeto se encuentra posicionado ante la vida, en primer muestra como una especie de sorpresa ante la solución que le ha sido dada como si no creyera que fuera posible que se le pudiera dar un tiro al buitre y como no está muy convencido que eso sea posible lanza la pregunta, ¿quiere usted encargarse del asunto? Ya que al dudar el de que algo así es posible automáticamente se descarta para realizar una acción de tal índole, se asume incapaz para defenderse a sí mismo por eso apela al otro a que el lo ayude y le resuelva su situación.

El segundo hombre ante la solicitud de que se encargue del asunto responde:

“-Encantado –dijo el señor-; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿puede usted esperar media hora más?

No sé –le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí-: por favor, pruebe de todos modos.
-Bueno –dijo el señor-, voy a apurarme. “

El segundo hombre acepta la petición de resolver el asunto pero para hacerlo tiene que ir a buscar su arma, y le pregunta al hombre herido si puede soportar los embates del buitre una media hora, el herido responde que no lo sabe, el dolor ya le es muy insoportable pero que aun así vaya por el arma e intente matarlo.

Dejando por completo la responsabilidad de su vida a este extraño, a la velocidad que esta persona, sin tomar ninguna decisión por sí mismo ni defenderse a sí mismo.

Para finalizar la historia Kafka dice lo siguiente:

“El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.

Aquí Kafka nos muestra muy claramente la diferencia entre un sujeto alienado al otro que solo sabe hacer lo que el otro dice y que no puede hacerse cargo de su vida y un sujeto que elije, que decide por sí mismo y que toma el sentido de su vida.

El buitre una vez que escucha que pronto vendrá un hombre armado a dispararle así que entiende perfectamente que está a punto de morir, pero a diferencia del hombre el buitre no apela a que sea el otro quien lo mate, o que el otro decida por el así que clava su pico en la boca de aquel hombre, ahogándose con su sangre, mientras el hombre tiene un consuelo realmente patético al sentir que el buitre se ahogaba con su sangre.

Kafka con este y otro cuentos nos lleva a los límites de lo que es solo existir, de lo que es meramente estar en un espacio y un tiempo determinados pero sin formar parte de estos.

El existir sin devenir en algo, sin hacer nada con esa existencia dada con antelación desde el momento en que se nace a este mundo, la imposibilidad de poder asumir el rumbó de nuestra vida, de elegir, de ser distinto a como marcan ciertos códigos, de ser un sujeto y no meramente un objeto a disposición del otro y manipulado a su antojo.

Kafka además muestra las consecuencias de una vida casi meramente contemplativa y perceptiva, solo se siente y se escuchan cosas, se privilegia el sentir, como forma de dar el sentido de estar vivo, sin poder dar ningún paso hacia la acción siendo un organismo meramente receptivo.

Sujetos que nunca tienen el coraje ni la determinación para hacer algo con sus vidas, solo existen, deambulan por la vida como zombis y tal cual como el personaje se consuela sabiendo que el buitre muere ahogado con su sangre, estos sujetos se consuelan ante ciertas cosas en la vida como un trabajo , dinero, ropa y demás que les dan la sensación que son distintos, que son algo y no una mera masa de huesos y carne pero como en el cuento, solo es un consuelo patético ante una existencia vacía de sentido.

¿Concientización del autismo?

Cuando se habla de concientización normalmente se liga a tratar de crear conciencia de la existencia de algo, a lograr que la gente se haga consciente de que existe lo que se busca difundir.

En el caso del día del autismo se busca difundir la existencia de este ¿trastorno?, ¿enfermedad? , ¿Locura?, que es lo que busca difundir cuando no se tiene ni idea de lo que es el autismo, como poder crear una conciencia cuando esta no está ni siquiera en la gente que clasifica este tipo de problemas.

Entonces ¿qué sentido tiene el difundir esto? ¿Para qué? Pues tiene un objetivo muy claro y es el de poder controlar, medicalizar , psicologizar toda la experiencia humana, toda la vida humana con el fin de tener control sobre la población.

El autismo no es más que un discurso, una creación, que nada tiene que ver con las personas que según esto padecen de este trastorno como comúnmente se denomina, la forma de clasificación y descripción no corresponde en lo más mínimo con las personas que lo padecen, pero es encajado forzosamente.

En una sociedad como la nuestra todos tienen que tener un diagnostico precioso un espacio de enfermedad que nos circunscriba, nos dé un comportamiento esperado por los demás, en el caso de los autistas, no hablan, no miran al otro, no socializan esto nos prepara, no dice que esperar de ellos y que no esperar, pero a la vez nos evita la posibilidad de intentar nuevas cosas con ellos.

Si no miran entonces para que mirarlos, incluso hay muchas teorías que nos dicen precisamente que no hay que mirarlos, que el mirarlos los angustia, si no hablan, para que dirigirles la palabra, la palabra solo se le dirige a quien puede respondernos no a quien callara, si no socializan entonces hay que apartarlos dejarlos solos y excluidos, no mostrarlos en público, y en la medida de lo posible ingresarlos a alguna institución que se encargue de ellos ya que están enfermos y necesitan de atención.

Entonces se desarrolla una intermediación en el trato de las personas con el otro, esta figura que regula la relación, que la enmarca es el discurso medico o psicológico o más comúnmente denominado discurso científico, un discurso que ya no permite a las madres relacionarse con sus hijos en base a sus sentimientos o en base a lo que ella cree si no que estructura un saber sobre cómo debe relacionarse una madre con sus hijos, que se debe o no debe de hacerse para una buena relación.

Y en el caso de los denominados autistas la familia está plagada de recomendaciones sobre lo que debe o no de hacer, que darle de comer y que no, como hablarle, si es bueno tocarlo o no, lo cual genera una relación artificial entre las personas autistas y su entorno.

Si se busca concientizar quizá habría que comenzar más bien por concientizar a las personas que no dejen que gente que supuestamente sabe les diga que hacer, que no permitan que alguien por el hecho de tener una bata o tener ciertos conocimientos médicos pueda indicarles como relacionarse con su hijo, con su hermano, hermana, hija, prima.

Hay que ir vaciando de poder a esta clase de discursos que en el fondo no buscan ni ayudar a la gente, ni que las personas autistas estén mejor si no simplemente incrementar sus cuentas de banco, generar dinero, experimentar nuevas formas de tratamiento y demás formas muy perversas en las que operan.

Si buscamos concientizar más bien busquemos que la gente encuentre su propia forma de relacionarse con estas personas, que busquen formas de estar con ellos, de entenderse de comunicarse, que no permitan que nadie les diga como si o como no deben de ser las cosas, siempre hay que mantener una posición de crítica y de incredulidad ante los que se nos dice, esto con la finalidad de evitar que nos relacionemos en base al manual de los psiquiatras o psicólogos y terminemos viviendo la vida más normal y sana pero a su vez la mas insatisfecha.