martes, 15 de febrero de 2011

Las relaciones en la adolescencia.

La adolescencia es una etapa muy complicada en la vida de cualquier persona, se producen una serie de cambios tanto como corporales como en la forma de relacionarnos con los demás, empiezan a producirse deseos sexuales, fantasías, comienza a existir atracción por el sexo opuesto o por el propio sexo según sea la preferencia sexual y esto puede ser bastante confuso sea la preferencia sexual que se tenga.

El primer problema radica en ¿cómo relacionarse con alguien que nos gusta? Y aquí hay un sinnúmero de formas de hacerlo pero uno de los peligros más grandes de esta etapa radica en que los adolescentes aun no tienen completamente integrada su personalidad lo cual los hace sumamente vulnerables a los modelos de identificación que observan en su contexto.

Y modelos de identificación abundan en la televisión, en el radio en internet, modelos que no buscan ayudar a los jóvenes o brindarles formas de relacionarse que les permitan estar bien con ellos mismos, lo único que buscan es generar adolescentes consumistas que cuando lleguen a la edad adulta, solo se preocupen por cómo se ven, porque marca de ropa usan, por tener un auto y demás mercancías a las cuales se asocia el éxito o fracaso al momento de relacionarse con las personas.

Se les vende la idea de que el otro siempre busca a una persona exitosa, en el caso de los hombres radica en tener dinero, un cuerpo atlético, mercancías de sobra, en el caso de las mujeres las degrada a ser solo un cuerpo para satisfacción de otro, no importan los sentimientos ni su inteligencia ni su originalidad solo que sean delgadas y usen ropa que atraiga a los hombres.

Pero qué pasa con aquellos que no entran en estas especificaciones de lo que es una persona deseable y que es la gran mayoría de la población, que pasa con esa gente que no es rubia ni de ojos verdes, estas personas comienzan en una gran cantidad de casos en gente deprimida, insegura de sí mismas, que tienen un terror de relacionarse con otra persona, y con un miedo enorme al rechazo, aun cuando existan muchos así.

Entonces se vuelven personas aisladas que buscan consuelo en internet buscando relaciones virtuales en un mundo en donde se pueden poner el físico que siempre desearon, decir que visitaron una gran cantidad de lugares incluso cambiar de sexo en algunos casos.

Estas exigencias sociales producen alejamiento y un vaciamiento del sentido de estar con otro, de conocerlo, de exponerse tal cual se es sin miedo a ser juzgado y solo generan soledad una soledad que hace que la gran mayoría busque hacer lo que sea con tal de estar con otro, sobre todo en los adolescentes, en su búsqueda de ser aceptados pueden aceptar hacer una serie de cosas que no necesariamente comparten.

Surge entonces la pregunta ¿Qué hacer ante esto? ¿Nos resigamos a que los adolescentes de nuestro tiempo sean los futuros adultos vacios y muertos por dentro? O comenzamos a darnos cuenta de que la solución no está en darles cosas, en tener una disciplina de acero que solo reprime o en tenerlos con lo último en la vanguardia tecnológica.

Y porque no mejor pensar en escucharlos, acercarse a ellos, bridarles cariño, amor, de tal forma que empiecen a quererse tal cual son, a no depender de modelos de identificación externos ni de exigencias sociales, si no que se vuelvan inventores de su propia forma de relacionarse, creadores de formas de expresión de amor, y deseo.

Eduardo Contreras Merino.

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