Nuestra sociedad se encarga
constantemente vía los medios de comunicación masiva de darnos a entender que
somos libres, se nos indica que vivimos en regímenes donde existe libertad, en
donde no hay coacción de ningún tipo, no hay un uso de la violencia sobre la
población de forma evidente, en esencia nos tratan de vender la idea de que
solo los estados totalitarios tienen un control y privación de las garantías de
libertad, y que en los regímenes democráticos no existe eso.
Esto es un error muy evidente, pensar
que la democracia es sinónimo de libertad, y que el control de la libertad es
exclusivo del totalitarismo, como veremos a continuación daré 5 ejemplos de
aspectos en los cuales se nos hace pensar que somos libres cuando en realidad
no lo somos tanto.
1.-
Somos libres porque tenemos posibilidad de elegir que productos
consumir.
Frecuentemente se nos hace creer que uno de los aspectos en donde se nota de
forma evidente nuestra capacidad de libertad es en la cantidad de opciones que
tenemos de consumo, se nos dice que como consumidores tenemos la libertad de
elegir el producto que mejor satisfaga nuestras necesidades, que como
consumidores tenemos la posibilidad de regular incluso el costo de los
productos ya que estos se basan en la ley de la oferta y la demanda.
Esto es evidentemente una verdad a
medias, en primer lugar el criterio de elección de los productos de consumo
esta atravesado por la publicidad y por la ideología consumista, pensemos en el
ejemplo de un auto, si nos basáramos en la lógica de la libertad de consumo,
cualquiera que buscara adquirir un auto
pensaría en criterios de uso, la calidad del auto, el rendimiento, su garantía,
la viabilidad de su uso en base a su contexto,
pero lo que en realidad ocurre es otra cosa. El consumidor se basa en
los comerciales de autos que vio, en su apariencia, en su lujo, en el status
que tal auto puede darle, el uso del producto pasa a segundo término.
Alguno podría decirme no pero eso no
es culpa del sistema, no es culpa del sistema que el consumidor no se informe
sobre los productos que consume, eso pasa a ser una responsabilidad individual
y aunque tienen razón en parte, no se puede establecer como criterio general.
La publicidad y los medios de
comunicación masiva se dedican a borrar el aspecto de la información del
consumo, se centran en mostrar otra serie de características del producto, de
construir un imaginario, de vender fantasías, incluso de mentir abiertamente y
el estado no los regula, no hay un límite para ellos.
Y por último la mera concepción de que
tenemos que consumir ya marca claramente una ausencia de libertad, creer que
hay que consumir sistemáticamente productos, que en la medida que tengamos más
cosas seremos felices, exitosos, más interesantes es en esencia una muestra
clara de una ausencia de libertad.
2.- Somos libres porque podemos elegir
que estudiar, o a que dedicarnos.
Este es otro mito que las sociedades
democráticas han creado, se nos dice que podemos elegir libremente que queremos
estudiar, en que área nos incorporaremos al mercado laboral, esto es mentira
por varias razones.
En primer lugar las universidades solo
presentan una serie de opciones de carreras, estas están en su mayoría basadas
en la exigencia del mercado laboral, es decir en los intereses del gran
capital, solo en universidades muy grandes podemos encontrar otro tipo de
carreras no enfocadas a áreas que no tengan que ver con lo económico de forma
directa.
Aquí sería fácil pensar que el mero
hecho de que existan esas ofertas educativas ya implica que hay libertad para
cursarlas pero aquí surge otro problema, que pasa por ejemplo, con una persona
que decide estudiar filosofía, a lo largo de la carrera puede ser algo
apasionante, una experiencia enriquecedora, pero una vez concluida la carrera
comienza un proceso de adecuación a la realidad, se hace evidente que esta
sociedad no brinda oportunidades laborales para esa carrera, no hay espacios en
donde desarrollar los conocimientos adquiridos, entonces es muy fácil encontrar
personas con títulos universitarios siendo vendedores, cajeros de banco,
taxistas, debido a que el sistema los usa de ejemplo.
Estas carreras sirven como medio de
influir en la elección de los jóvenes, en esencia seria como decir lo
siguiente, si eres libre de estudiar lo que gustes pero recuerda si estudias
filosofía te morirás de hambre, no hay trabajo, piénsalo bien, hay carreras
como administración, economía, derecho, medicina, esas carreras te garantizan
un mejor futuro, éxito.
Esto produce una saturación de
determinadas profesiones lo cual a su vez le sirve perfectamente a la economía
de libre mercado y al capital, ya que al haber mayor cantidad de gente pugnando
por ciertos puestos el capitalista puede establecer las condiciones laborales
que le convengan, abaratando sus costos de producción y maximizando la
ganancia, es lo que Marx llamaba el ejército de reserva.
3.-
Somos libres porque podemos elegir que ver, que escuchar, donde
informarnos.
Este es otro de los puntos insistentes
que las sociedades democráticas nombran como ejercicio de libertad, pensemos en
el ejemplo de la televisión, en un inicio la televisión abierta nos brinda una
serie de posibilidades limitadas de entretenimiento, 20 o 30 canales donde nos
pasan una diversa cantidad de programas. El sistema nos dirá, ok no te convencen
esta cantidad de programas no te preocupes, siempre tienes la opción de
contratar un sistema de cable, ahí tendrás muchas más posibilidades de
encontrar algo que te guste.
El problema radica cuando se ubica que
los canales de cable siguen la misma estructura
que los de televisión abierta,
incluso en muchas ocasiones pasan los mismos programas, en realidad el
contenido varia muy poco, es tener un contenido repetitivo, y designado por una
serie de elementos poco claros. El contenido no popular queda borrado de la
programación, incluso plataformas como netflix, nos brindan una oferta de
contenido súper limitado, basado en los gustos del espectador promedio.
Los espacios para ver contenido de
otro tipo se reducen a espacios culturales, de difícil acceso, con poca
difusión, lo mismo ocurre con la música, el cine, encontrar propuestas
culturales alternas es complicado, vivimos en la tiranía del espectador
promedio, ese que ve lo que todos ven, escucha lo que todos escuchan.
Si yo contrato netflix ¿Qué libertad real
de elección tengo? En el cine igual, la radio, la libertad aquí cobra un
sentido muy específico, la libertad se
reduce a la elección de las opciones que el sistema nos propone, para que
pudiera existir una libertad real tendría que existir una diversidad de
contenido mucho mayor.
En el sentido de la información, sigue
la misma lógica, la gran mayoría de los medios de comunicación dan el mismo
tipo de noticias, con la misma interpretación, traduciendo la realidad de una
misma forma, las diferencias radican en cuestiones más especificas como la
personalidad del comunicador, su imagen.
Da igual informarse en uno u otro
medio, la visión de la realidad es la misma una basada en los intereses de
determinadas clases sociales, de los sistemas de gobierno, las ofertas de
información más críticas se buscan volver invisibles, se les niega la difusión,
el mensaje llega a mucho menos gente, la libertad de información queda por ende
sesgada, manipulada.
4.-
Somos libres porque tenemos libertad de elección de pareja.
La mayoría de las personas se asume
que sus elecciones de pareja, de sus objetos de deseo, las realiza con total
libertad, pensando solo en la lógica que como no hay coerción en la elección
eso es sinónimo de libertad. El problema aquí es que no se hacen evidentes
varios puntos que atraviesan esa elección.
Pensemos en la siguiente pregunta ¿Por
qué nos resultan atractivas y deseables ciertas personas y otras no? Aquí entran en juego varios aspectos muy
importantes, por ejemplo los estereotipos de imagen. Se nos vende ciertos
modelos corporales y estéticos, enunciándolos como ejemplos de lo bello, lo
agradable, modelos inalcanzables para la mayoría de la población pero que
marcan el deseo, producen modelos de identificación.
Aunado a esto están nuestros propios
conflictos inconscientes, conflictos edipicos, de represión o inhibición de
nuestros deseos, el poco conocimiento de sí que tenemos, de nuestro deseo, de
lo que somos, esto no nos permite tener una libre elección de nuestro objeto
amoroso o erótico.
Entran en juego también las variables
económicas, el aspiracionismo, la atracción por ciertos estilos de vida que
determinadas personas pueden proporcionar, se pasa a relaciones de tipo
utilitario, se vuelve más importante lo que la persona puede ofrecer que lo que
es.
5.- Somos libres porque podemos hacer
uso de nuestra sexualidad libremente.
Esta es otra falicia de la modernidad,
se nos dice frecuentemente y de diversas formas que nuestra modernidad ha
logrado permitir una libre expresión de nuestra sexualidad, que hemos superado
esas épocas históricas de represión.
Lo que en realidad ha ocurrido es que
las formas de represión y de encauzamiento del ejercicio de la sexualidad han
sido invisibilizadas, ya no están tan marcados estos discursos que nos dirán
que está bien o mal en el sexo, estos han pasado a enunciarse desde otro lugar,
desde lo normal y lo patológico.
Ya se nos habla de la sexualidad
normal y la anormal, la sexualidad heterosexual y homosexual, sexualidad madura
o inmadura, sexualidad impulsiva, se desarrollan múltiples discursos como la
sexología, que buscan designar la verdad sobre la sexualidad.
El sexo pasa a ser una cuestión
técnica, el orgasmo se coloca como el supremo bien, el principal objetivo del
ejercicio de la sexualidad, se define al sexo en función de una anatomizacion
del placer, mostrando que zonas son las adecuadas para producir goce, cuales son
inadecuadas, que posturas son las más indicadas para potencializar el placer,
cuales son las menos adecuadas.
En esencia se apela a la repetición de
un modelo, de un manual, se borra por completo la posibilidad de ver la
sexualidad como un ejercicio de creación, de invención, pasa a ser una mera
reproducción de procedimientos, de técnicas.
Se borra la posibilidad de vivir el
sexo como un encuentro con otro, como un proceso de aprendizaje, de
conocimiento de si, el saber de su placer ya no pertenece al sujeto, pertenece
a estos diversos discursos, a esta ciencia de la sexualidad que determina toda
la experiencia humana.
A modo de conclusión, este escrito
tiene como finalidad evidenciar estas estrategias de ejercicio de poder, estas
formas de creación de ilusiones, de manipulación de la forma en la que
percibimos la realidad y que son muy convenientes para diversas clases que
ejercen el poder.
En la medida que podemos hacer
evidentes las formas de ejercicio de poder podemos a su vez generar diversas
estrategias de resistencia a este, producir nuevas formas de pensar la
libertad, destruir diversas verdades convenientes para los mecanismos de
ejercicio de poder, la primera condición para poder aspirar a una libertad
radica en ubicar cuales son nuestros límites en nuestro ejercicio de la
libertad.
Eduardo
Contreras Merino.
Psicoanalista. Contacto al teléfono
5523275307.
https://www.facebook.com/Eduardo.Psicoanalista
1 comentario:
gracias por el blog, me ayudo en una tarea
Publicar un comentario