domingo, 17 de octubre de 2010

El ser elegante.

Hace poco observando la televisión me encontré con un programa que estaba hablando de una boda muy importante en nuestro país en donde asistieron personalidades muy renombradas, y en donde se uso de manera sistemática la palabra de elegante, se decía este sujeto viene de forma muy elegante, aquella viene muy elegante, y en fin constantemente se mencionaba esta palabra.
Esto me hizo reflexionar en tanto a la palabra elegante, y en cómo es que se usa de forma tan sistemática para referirse a una serie características de imagen y de comportamiento que son socialmente juzgadas como superiores a las demás, pero ¿este será el único sentido que esta palabra tendrá? Por supuesto que no así que veamos el origen grecolatino de esta palabra para ubicar los alcances de esta.
En primer lugar el origen etimologico de la palabra proviene del latin “legere” que significa reunir, de ahí se unió al prefijo ex-mas se formo la palabra “elegeré que significa elegir, de ahí derivo el vocablo “elegans” que significa elegante.
Esto nos marca mucho el sentido de la palabra ya que al partir del del la palabra “elegere” muestra que en la antigüedad la palabra elegante aunque si marcaba una tendencia en el buen gusto y una construcción estética también ubicaba algo del orden de la elección en el sujeto.
La palabra con el transcurso del tiempo y con el paso de los distintos movimientos sociales paso de tener una construcción en base a la elección a ser un concepto que comenzó a utilizarse para marcar condiciones de clase más específicamente para remarcar las diferencias entre la burguesía y las demás clases sociales.
Los burgueses se centraron en remarcar esta palabra con la finalidad de construir un conjunto de pautas, de formas de relación, de formas de hablar, de escribir de comportamiento, pero quizá donde más tuvo eco fue en el ámbito del vestir.
Se desarrollaron un conjunto de discursos de saber con respecto a el arte del vestir, se delimitaron una serie de pautas estéticas que buscaban mostrar lo que es el “buen vestir” la correcta forma de adornar el cuerpo para ser elegante, distinguido.
Y hablando de distinguido es otra palabra interesante de analizar ya que se asocia mucho al ser elegante. El diccionario da la siguiente definición de este concepto: “Que resalta por su elegancia y buen gusto o que destaca socialmente”.
Esto es importante de analizar ya que al juntar la palabra elegante con distinguido podemos empezar a ver una tendencia elitista en la forma en la que se está usando el termino actualmente, nos muestra 3 aspectos clave, por un lado un sujeto distinguido es un sujeto que destaca sobre los demás por su elegancia, su buen gusto, o un sujeto que destaca sobre el resto de la sociedad.
Estos son conceptos sobre los cuales la burguesía ha establecido sus anclajes en la sociedad, los burgueses son aquellos que tienen una gran elegancia como en el caso de la fiesta de la tv, son aquellos que tienen buen gusto, y por ende destacan socialmente sobre el resto de los sujetos
Pero esto nos lleva a una pregunta ¿de qué depende ser elegante? ¿Quién juzga lo que es elegante o lo que no lo es? Cuáles son los mecanismos sociales y del ejercicio del poder que construyen estos discursos que atraviesan a la sociedad y que generan una polarización.
Para responder a esto primero quisiera analizar el concepto de estética ya que me parece que tiene una injerencia importante en las formas en las que se ha construido este concepto de elegancia.
La etimología grecolatina de la palabra estética tiene sus orígenes en la palabra “aisthetikhós” el cual designaba más bien aspectos perceptuales, se utilizaba para designar todos aquellos aspectos de la realidad que pueden ser percibidos por los sentidos, esta palabra proviene de la palabra “aísthesis” que designa todo aquello de la percepción sensorial, y se complementa con la palabra “aisthanesthai “que implica percibir con los sentidos, esto coloca a la palabra como una forma de designar la percepción pero más desde una forma de codificar la realidad y marcando las distintas funciones de los sentidos a nivel orgánico.
Este es el origen etimológico de la palabra pero se evidencia que no corresponde en lo más mínimo con el sentido que tiene actualmente, lo cual nos lleva a preguntarnos ¿Cómo paso la estética de ser una palabra que designaba el conjunto de percepciones a ser una palabra que esta mas enfocada en el gusto?
Esto quizá tenga un origen en el siglo 18 con la preocupación de la burguesía de producir discursos de saber para perfeccionar las formas de ejercicio de poder, se produjeron muchos discursos que amparados bajo un conjunto de disciplinas científicas comenzaron a designar la realidad, a marcar formas de relación, apropiarse de la subjetividad del sujeto, en este caso de dos aspectos principales del cuerpo y del comportamiento adecuado en sociedad.
Aunado a esto a mediados del siglo 18 Gottlieb Baumgarten escribe la “aesthetica.” Donde empieza a insertar un nuevo sentido de la palabra, que se enfoca en el gusto, en el desarrollo de una nueva forma de disciplina de saber que estará centrada en una crítica del buen gusto, es decir el gusto se vuelve susceptible de ser analizado, se genera una problematización de” buen y mal gusto”, y de ahí en adelante se desencadena una tendencia que la burguesía alimenta en donde todo aquello que proviene de esta clase es de buen gusto, esta clase marca la vanguardia en lo que el buen gusto refiere, en las formas del vestir, del comportarse, del ser en sociedad, aquellos que están fuera de estas pautas son excluidos y aislados de la sociedad.
Tomando en cuenta esto podemos ver como la palabra elegancia pasa a ser una de las formas en las que la nueva”estética” define el tener buen gusto, la palabra distinguido se utiliza también, y actualmente son palabras que se escuchan regularmente en la sociedad, etiquetando a los sujetos, cosificándolos sin que estos sepan la entramada red que el ejercicio del poder entreteje con respecto a esas formas de ser social.
Pero alguien podría presentar varias objeciones al respecto de que la estética y su ejemplificación de la elegancia tienen que ver con el ejercicio del poder, varios podrían decir que eso no es más que una tendencia de la moda, una forma de asumir un cierto deseo, una forma de expresar un gusto y que es imposible que el poder tenga control en las formas en que nos vestimos, en el cómo nos comportamos y que más bien esto es un reflejo de nuestra personalidad, una “elección” particular “libre” en el cual plasmamos nuestra forma de ser.
Para justificar mas mi argumento tomare el ejemplo de la moda, la palabra moda proviene del francés “mode” y esta proviene del latin “modus” que es manera, es decir en un origen tiene que ver con ciertas maneras en la actualidad está enfocado mucho a la apariencia, en la adoración casi religiosa que se realiza a la imagen.
Pero el diccionario también nos da un sentido bastante interesante de esta palabra: Costumbre, uso que está en boga un tiempo. Esta definición inserta otro aspecto importantísimo de analizar y es la cuestión del tiempo, la moda son todas aquellas maneras, formas que están presentes en un tiempo y momento determinado pero que no tienen una permanencia histórica.
Aunado a esto la estadística nos muestra otro sentido bastante interesante de la palabra moda, que es bastante revelador, para la estadística la moda es el valor que más se repite en una muestra de datos, esta definición que en apariencia pudiera no tener relación con lo planteado anteriormente permite ubicar otro punto importantísimo sobre la moda y es el de la repetición.
Para que una tendencia se instaure como moda tiene que tener la posibilidad de la repetición y más específicamente de la reproducción, es decir que se reproduzca la tendencia en una parte importante de la sociedad, que la absorba sin cuestionarla ni modificarla, simplemente repita formas establecidas.
A estas alturas del texto ya es fácil ubicar de donde provienen estas tendencias, anteriormente ya establecí que provienen de las clases dominantes, principalmente de las clases burguesas, en la actualidad estas lanzan la tendencia de las formas adecuadas y actuales de vestir, de comportarse, de hablar y las insertan en la sociedad por medio de una continua repetición de discursos que van desde los comerciales y demás formas de publicidad, los desfiles de modas, y demás actividades que buscan atravesar al sujeto, apropiarse de él, para modificarlo como si fuera un pedazo de arcilla o barro a moldear en función de sus intereses.
Pero entonces surge una posible contradicción, si retomamos el sentido de las palabras de elegante, distinguido, y aun el sentido de estética apuntan a la separación de la burguesía sobre el cumulo de la sociedad, sobre las demás clases sociales, pero si la moda apela a la repetición ¿cómo es que la burguesía logra tomar distancia de las demás clases?
Es ahí donde se articula el ejercicio del poder, y se construye en base a dos ejes fundamentales que permiten la regulación de los cuerpos de los sujetos y que permite al mismo tiempo la separación de las clases dominantes de las demás.
El primer aparato de poder está construido a partir del modelo socioeconómico que el capitalismo instaura y tiene que ver con la capacidad económica de la burguesía y su diferencia con el resto de la población, esto tiene un sentido muy especifico, permite generar modelos de identificación con las clases dominantes, es decir que el ser burgués se vuelva un ideal a alcanzar lo cual coadyuva a que el sistema capitalista sigue reproduciéndose porque aporta un sentido de vida a la población en general.
Y permite a la vez la diferenciación de clases porque aun cuando el sujeto reproduzca una determinada tendencia de la moda, se identifique con ella y haga todo lo necesario para modificarse en función a ella, pronto se hacen evidentes ciertas imposibilidades que no le permiten asumirla del todo. La principal tiene que ver con el dinero, poco a poco se hace evidente que el estar a la moda implica un gasto bastante oneroso que pocos pueden cubrir, el estar a la moda se vuelve el privilegio de unos cuantos, solo ellos pueden seguir el constante ir y venir de la moda lo cual genera una dialéctica interesante en la cual está basada la cultura capitalista y es el de estar en un estado de constante consumo, de siempre querer otra cosa, distinta de la que se tiene, de ser otro distinto del que somos tomando como meta final el formar parte de esta clase privilegiada.
El segundo mecanismo de poder opera de una forma muy simple pero a la vez oculta, las clases dominantes comparten la tendencia en el ámbito de la moda sea en el terreno que sea, vestir, hablar, comportarse, pero si las pueden compartir es porque estas formas de regulación ya han sido implementadas en ellos mismos, es decir las clases dominantes ya reprodujeron e integraron a su subjetividad estas distintas formas, antes de ser expuestas a la sociedad en general.
Por esto mismo cuando el conjunto de la sociedad lo reproduce ya lo reproduce de otra forma, reproduce la forma perfeccionada de control, las formas que ya tienen un sentido plenamente definido, que apuesta a instaurar imponer su subjetividad sobre las demás, busca aplastar la diferencia, homogeneizar a los sujetos volviéndolos objetos.
Pero lo que garantiza el orden social está en función de los tiempos, como a he analizado la moda es una tendencia temporal no es algo que prevalezca, y si las clases dominantes son las que marcan las tendencias, produce que siempre exista un desfase cronológico entre la producción de las tendencias subjetivas, su imposición en el conjunto de la sociedad y la reproducción por parte de estas, esto permite un continuo ir y venir que hace que sea imposible estar a la moda, cuando alguien logra estarlo y parece que se está logrando integrar a la burguesía esta modifica los códigos, altera el sentido de las prácticas para seguir perpetuando su condición y por ende el orden social establecido.
Pero entonces ¿cómo poder resistirnos a este ejercicio de poder?, de qué forma resistirnos a seguir reproduciendo formas de existir que solo mantienen un orden social que beneficia a todos y que solo nos inserta una ilusión de que estamos realizando lo que deseamos y una falsa sensación de aprobación y reconocimiento social.
Aquí es donde se vuelve pertinente el titulo de este texto, el ser elegante, pero la apuesta de este articulo no es el de reproducir estas nociones de ser elegantes que están más en relación con el ejercicio del poder sino mas bien el articular una forma distinta de ser elegante, y la etimología nos da esta posibilidad, la propuesta de este articulo está enfocada a retomar ese sentido de elegante que se encuentra estrechamente ligado al sentido de la elección.
Pero qué tipo de elección es la que nos permitirá el distanciarnos de esos mecanismos de poder, porque algún ingenuo puede decir yo elijo que moda es la que me gusta, no sigo todas, solo las que están en función de mi deseo pero si hablamos de moda, hablamos irremediablemente de un ejercicio de poder, ya que la creación de estas no siempre viene del sujeto mismo, más bien reproduce, por eso como poder hablar de una elección cuando no hay libertad, cuando se olvida el ser creador del sujeto para solo ser un reproductor.
En relación a esto creo que la opción está en la posibilidad de elegir en función de lo que deseamos ser, en función del una lógica del deseo y de una ética propia que nos permita ser, y no solo existir, crear y no solo reproducir.
Pero como lograr ser un sujeto que elige, como lograr asumirnos como sujetos y dejar de ser objetos, como lograr alterar el sentido de la palabra distinguido para que en vez de estar ligada a la reproducción y a la búsqueda de la diferencia por medio de la reproducción se oriente hacia la búsqueda de la diferencia por medio de ser nosotros mismos sin necesidad de tener que ser lo que el otro desea, sin construirnos como un ser para el otro.
La respuesta está quizá en lo que los griegos llamaban la inquietud de si, en esta forma de reflexionar sobre sí mismo, una inquietud que está basada en el conocimiento de si mismo que permita construir un saber de sí que nos posicione en otro lugar con respecto al otro, que nos permita saber de nuestro deseo, de nuestras debilidades fortalezas, que permita un dominio de sí que aunque no nos hará inmunes a los distintos códigos sociales del ejercicio de poder, si nos permitirá la posibilidad de posicionarnos distinto ante este, poder desarticularlo, evidenciarlo ,desmitificarlo y nos permita tener una elección distinta, y aunque socrates pensaba que solo unos cuantos podían tener esta posibilidad, ¿Por qué no pensar que esta forma de inquietud de si puede ser difundida? de tal forma que cada vez mas sujetos puedan ser y no solo existir, es el reto que nos enfrentamos en la actualidad, generar las condiciones para que se produzcan sociedades más reflexivas y que la elegancia sea una forma de ser no solo de existir.
Eduardo Contreras Merino.

jueves, 7 de octubre de 2010

las palabras y las acciones

En las últimas semanas tuve una discusión con mi un muy querido amigo llamado Carlos , esta discusión partió en primer lugar de una queja mutua acerca de la situación social del país la cual nos ha afectado de manera importante, principalmente a nivel económico, ante esto surgió la discusión sobre el hecho de que yo vote por el PAN y el voto por el PRD, este discusión es una discusión que se da entre nosotros de manera constante, y es por este motivo que quisiera aclararle de forma más extensa el porqué de ciertas convicciones.
En primer lugar amigo comenzare por aclarar mi posición con respecto a la política, para aclarar un poquito esto recurriré a un gran pensador, Aristoteles el define al hombre como “un animal político”, es decir un hombre que vive en la polis en la ciudad, en sociedad, partiendo desde esta lógica diré que mi forma de vivir la política es desde ahí, desde lo social, mi inclusión en la política pasa por mi preocupación por los asuntos de la sociedad pero no desde una visión político-juridico y mucho menos desde la visión de la política representativa partidista.
Como sabes soy un sujeto de argumentos, un sujeto que cree que las palabras tienen poder, y que para quien las escucha pueden construir verdades, pero sobre todo perspectivas. Es por esta razón que te daré algunas de mis razones por las cuales no considero que el cambio social venga de la política partidista.
En primer lugar esta el hecho de que a lo largo de la historia se ha confirmado que la política partidista desde su creación en la revolución francesa con los jacobinos y los girondinos y con su división entre izquierda y derecha tienen un único objetivo y es el de dividir a la sociedad, es decir fragmentarla con discursos de saber opuestos que buscan describir la realidad social y que solo la parten la dividen en dos grupos de tal forma que los políticos puedan seguir cada quien sus ambiciones personales sin necesidad de confrontarse con una sociedad unida que demande condiciones mejores y que les exija cuentas por su trabajo, ya que ante la critica la respuesta es muy simple, es que ese es de derecha o ese es de izquierda y así se descalifican unos a otros mientras los asuntos de la sociedad quedan relegados por discusiones sin sentido.
En segundo lugar está el hecho de que el hombre con poder solo desea más poder, el político desde que se ubica en una posición distinta de los demás sujetos de una sociedad comienza a corromperse a querer más poder, más dinero mas formas de ejercer el poder para él y los suyos, esto es algo que no se ha escapado de ser analizado por diversos pensadores a lo largo de la historia pero en particular en nuestro país Octavio Paz analiza de manera muy acertada esto, y dice que el mexicano es un sujeto que es un patrimonialista, es decir que es un sujeto que en tanto tiene algo de poder busca patrimonializarlo , garantizar el bienestar de su familia, de sus allegados y es algo que vivimos en un sinnúmero de áreas en nuestra sociedad pero que se agudiza en el ámbito de la política partidista, cada partido busca crear y garantizar su patrimonio, bloquea y deslegitima a todo aquel que amenacé sus intereses y esto es algo de lo que no están exentos ninguno de los partidos en México.
Esto quizá tenga su origen más marcado en la forma en la que se implemento la “democracia” en México con la creación después de la revolución del partido el PRN que fue una máscara para garantizar el que todos aquellos altos mandos involucrados en la revolución tuvieran algo de tajada del poder y una distribución de la riqueza de forma pacífica sin revueltas y sin muertes.
Desde ese momento hasta la fecha todos los partidos lo único que buscan es una forma de obtener el poder y de ahí usarlo para su beneficio, el político mexicano es un sujeto que confunde muy fácilmente los negocios públicos de los negocios privados. Es por esto que jamás reconoceré en los discursos político algo del orden de lo social, y no puedo ubicar ni concebir que un movimiento de masas partidista pueda ser considerado un movimiento social, ya que solo es un movimiento de masas que apoya las ambiciones de un líder independientemente del partido que sea.
Esto me lleva a otro aspecto que me gustaría aclararte y tiene que ver con la figura del líder, el líder es aquel que conduce la masa, que la direcciona hacia un fin determinado pero como ya menciones antes el fin es las ambiciones personales de los dirigentes, esto lo podemos ver en la política, en las distintas organizaciones “sociales” dígase sindicatos asociaciones civiles y demás y esto tiene una lógica muy clara y es el hecho de que la masa no tiene conciencia de las acciones que realiza.
Freud mismo describió que en los fenómenos de masas cada uno de los sujetos pierde su yo es decir su capacidad de conciencia, su capacidad de percibir las cosas en función del principio de realidad además de que colocan al líder en su ideal del yo es decir como lo que desean ser, lo que no pueden ser pero quisieran, esto hace que la masa pierda toda capacidad reflexiva y solo sea un ente reproductor de los discursos del líder.
Aunado a esto hay que ubicar que específicamente en la sociedad mexicana tenemos cierta adoración por los lideres, pero no cualquier líder, sino de líderes mesiánicos o más particularmente de caudillos, es decir de guerreros que reivindicaran las causas nacionales, lideres que lograran la justicia social, lideres generosos, benevolentes, incorruptibles capaces de lidiar con la pesada carga que implica el poder para ayudar a la gente. Ejemplos de esto hay mucho esta el grandioso cura Miguel Hidalgo, Morelos, Iturbide, Zapata, Villa.
El mexicano y la masa no demanda un líder político, demanda un redentor, alguien que los saque de su miseria, que los reivindique, que les muestre su lugar en el mundo, por eso se apasiona cada que surge un personaje así, se aliena sin pensarlo ante su imagen, ante si discurso vacio e ilógico, la capacidad de reflexión se obtura para darle paso a una adoración.
Pero entonces viene la pregunta de en que creo y de ahí viene el titulo de esta carta, y la verdad es que creo en el poder de las palabras, pero no de esas palabras huecas que dicen lo que todo el mundo quiere oír, en esas palabras que solo buscan fragmentar no unir, en esas palabras que piensan que existen los buenos y malos.
Creo en las palabras que son difíciles de escuchar, en esas palabras que el solo pronunciarlas requiere un gran valor y más cuando las dices en público, esas palabras que hacen molestar a la gente, porque la sacan de su lugar cómodo porque las hacen pensar, reflexionar pero no en tanto su pensamiento político si no en tanto a su forma de vida, que los hacen reflexionar ante su participación en los problemas sociales, en su responsabilidad ante su infelicidad de su vida, palabras que confrontan con esta espera de que otro sea quien me resuelva la vida.
Estas palabras para los que las escuchan construyen perspectivas y esto se traduce en acciones en modos distintos de vida, en posicionarse con respecto a la forma de relacionarnos con la sociedad, en la forma en la que nos situamos como sujetos políticos es decir sujetos que vivimos en sociedad.
Eduardo Contreras Merino.

domingo, 3 de octubre de 2010

¿Por qué de los problemas sexuales?

La sexualidad es uno de los aspectos mas importantes de cualquier sujeto, independientemente del sexo, es una parte del sujeto que tiene un sinnúmero de consecuencias en la vida de las personas.
En este articulo analizare una de estas consecuencias , cuando se producen “problemas sexuales”, pero para iniciar el análisis seria importante primero tratar de definir ¿que es un problema sexual.?
Existen muchas disciplinas desde donde poder contestar esta pregunta, la medicina, la psicología, el psicoanálisis, incluso la religión misma tiene una opinión ante este tema, pero de lo que se trata aquí es darle voz mas bien al sujeto mismo así que partir de la idea de que un problemas sexual existe si y solo si el sujeto que lo presenta lo ubique así.
Es decir que solo existe un problema sexual en tanto el sujeto asuma y se encuentre ante una situación que no le permita gozar de un ejercicio de su sexualidad, y con sexualidad no hay que confundirla con la genitalidad, la sexualidad esta presente desde un beso, un roce con el otro, una caricia, la sexualidad no solo son las relaciones sexuales o el coito.
Y entonces surge la pregunta ¿Qué tipos de problemas sexuales pueden existir? ¿Por qué se producen los problemas sexuales? ¿Como se solucionan?, para responder a la primera pregunta habría que decir que existen una gran cantidad de problemas sexuales que van desde el no disfrutar las relaciones sexuales, el temor al desempeño sexual, la eyaculación precoz, la anorgasmia, como algunos de los mas importantes y comunes.
Ahora que factores influyen para la conformación de estos problemas sexuales, pues en primer lugar esta lo social, es decir la sociedad marca ciertas pautas y formas de concebir la sexualidad, esto desde un sentido moral, es decir especifican que tipo de prácticas sexuales deben realizarse, cuales no deben realizarse.
Esto provoca una represión en el ejercicio de la sexualidad en las personas, pero ¿porque mecanismos logra la sociedad y el poder instaurar esta autorepresión en los sujetos? ¿Como logran ejercer tal dominio sobre las personas que llegan hasta atravesar sus cuerpos, marcarlos y formarlos en función de una cierta forma de existir?
Al respecto se puede decir que son varios los mecanismo de poder que producen esto, en primer lugar habría que hablar de la el hecho de que el sexo se ha vuelto una ciencia, esto quiere decir que la verdad sobre el sexo ya no esta entre las personas que practican a sexualidad, ya no esta en las camas, entre las sabanas, en la complicidad de las parejas, en las miradas que denotan deseo, la verdad sobre el sexo ya no esta ahí, pero entonces ¿donde se encuentra?.
La verdad se encuentra en los discursos científicos, en lo que las ciencias dicen que es bueno o malo con respecto a la sexualidad, uno de estos discurso es la medicina, en especial la psiquiatría que ha producido un sinnúmero de reglas sobre lo que seria lo sano y lo patológico con respecto al sexo, marca cuales son las practicas sexuales sanes en una persona, que gustos y placeres son los adecuados para una persona san y cuales son enfermizos, sucios, y degenerativos que marcaran la vida de la persona que los tenga de una forma irreversible, será considerada una persona perversa, etiquetada como enferma y aislada de la sociedad, apartada de la vista de todos ya que su mera presencia es objeto de miedo, podría contagiar a los días de sus gustos y de sus perversiones así que solo resta encerrarlo o al menos colgarle una etiqueta muy clara de enfermo mental.
Esto produce que las personas mantengan ocultas su sexualidad, los placeres se conviertan en placeres privados, en vicios de intimidad, o en la mayoría de los casos producen una autorregulación de las distintas formas de la sexualidad, se integra a la vida cotidiana ciertos parámetros médicos y hacen que las personas no puedan siquiera imaginarse realizar una serie de practicas sexuales mal vistas por la sociedad o por la medicina.
Aunado a esto tenemos que una serie de prácticas son consideradas de alto riesgo medico, con las distintas enfermedades de transmisión sexual que existen las personas se juegan literalmente la vida en cada relación sexual, esto genera desconfianza y miedos en las personas, inseguridades y esto repercute en el nivel de placer que puedan experimentar con su compañero(a) sexual.
Por otro lado podemos ubicar que estos problemas sexuales también tienen una base subjetiva y emocional, nuestro cuerpo habla y cuando aparece una inhibición sexual, alguna imposibilidad de realizar el coito o meramente una insatisfacción sexual es señal de que algo en el aspecto emocional de la persona esta en conflicto, que se encuentra mal emocionalmente, y que el problema sexual solo es la consecuencia directa de sus estados emocionales en el cuerpo, es por esto que no es coincidencia que cuando un esposo deja de amar a sus esposa comiencen a producirse problemas en su vida sexual, o cuando aparece un tercero en la pareja o ejemplos así.
Es por esto que es necesario que cuando un problema sexual sea percibido por el sujeto acuda a con un psicoterapeuta para que pueda averiguar acerca de que factores están generando sus problemáticas, que aspectos tanto emocionales, físicos y culturales están afectando para que esa persona en especifico sienta este malestar sexual, tener una vida sexual satisfactoria no es algo imposible pero si requiere saber de si mismo, vencer represiones sociales y culturales y sobre todo mantener una apertura a experimentar, gozar y vivir.
Eduardo Contreras Merino.