jueves, 12 de octubre de 2017

¿Qué es el capitalismo ético?

La pobreza ha existido desde tiempos inmemorables, la repartición de riqueza en una población históricamente se ha realizado en la mayoría de los casos de forma asimétrica, en algunos periodos se organizaba de forma meritocratica, otros a partir de títulos nobiliarios, pero la constante en las formas de organización política económica de nuestras sociedades es una repartición de riqueza de forma injusta.

Es en nuestra actualidad es cuando se puede visibilizar de forma más clara esta repartición inequitativa de los recursos económicos, el capitalismo ha adquirido manifestaciones cada vez mas depredadoras, con consecuencias devastadoras para  los países llamados de tercer mundo, o economías emergentes,  las cuales han sido condenadas a ser países de mano de obra barata, con poca capacitación, explotados de forma sistemática por las grandes corporaciones que de otra forma no podrían acumular la riqueza que tienen.

En este marco es donde aparece lo que se denomina el capitalismo ético, una vertiente de praxis económica que ha construido todo un aparato de discurso ideológico - político que busca generar “conciencia” sobre las condiciones de vida de una gran parte de la población del mundo, sobre sus carencias, sus necesidades insatisfechas por sus gobiernos.

Este capitalismo “ético” pone sobre la mesa la importancia de donar, de apoyar a la gente que más lo necesita, de cubrir estas necesidades a partir de la aportación de determinadas asociaciones civiles, de fundaciones, de instituciones creadas con la finalidad de ayudar y apoyar a combatir la pobreza.

Esta forma ideológica – política tiene sus orígenes en la transformación de las formas de gobierno que se nombra como neo liberalismo, el neo liberalismo apela a una libertad sobre el capital, que sea la verdad del libre mercado la que se imponga para regular precios, servicios, y demás aspectos económicos dentro de una sociedad dada.

Otra de sus estrategias apela a que el estado administre los menos posible el libre flujo del capital, su finalidad es construir un estado ausente, débil, que no interfiera en los precios, los sueldos, en las condiciones de trabajo de la mano obra, que eso lo deje al propio criterio y buena fe de las corporaciones, las cuales en base a la verdad del mercado decidirán qué es lo mejor para una población dada.

Se ve así al capital como algo bueno, se comienza a hacer hincapié propagandístico por parte de los gobiernos de los distintos flujos de capital que están presentes en una población, se asocia mayor numero de corporaciones presentes en la economía de un país con la idea de plenitud, de solides económica, de progreso.

Esta ideología presento sin embargo un problema de orden operativo, si el estado es débil, ¿Cómo va a lograr cumplir su función de brindar servicios básicos, seguridad y bienestar para su población? ¿Cómo lidiar con la pobreza con un estado débil?

En respuesta a eso el neo liberalismo construyo lo que se denomina la tercera vía, y que tuvo a estados unidos como su principal promotor, la tercera vía plantea una forma en la cual será la iniciativa privada y asociaciones civiles quien pasaran a asumir una responsabilidad  activa en el combate a la pobreza y a la generación de mejores condiciones de vida de las clases bajas dentro de la sociedad a cambio de un intercambio fiscal que haría que todos los fondos dados por el capital hacia la sociedad fueran deducibles de impuestos.

Esto surge ideológicamente con un conjunto de transformaciones en la percepción de los estados benefactores, o proteccionistas, se empieza a ver este tipo de estados como una forma arcaica e ineficaz de producir riqueza en una población, se le dice al estado, deja que sea el libre mercado quien regule todo, tú no te preocupes, nosotros con nuestra infinita sabiduría sabremos administrar los recursos para producir bienestar en la población, ellos ya están grandes no necesitan un estado paternalista que los proteja, de los pobres no te preocupes, nosotros con nuestras fundaciones, nos ocuparemos de su sobrevivencia.

Ya sabemos cómo ha resultado esa brillante idea de darle al capital total independencia y libertad para operar como desee, la clave en este proceso de transformación es la palabra, “sobrevivencia”, aquí se instaura una de las estrategias más marcadas de lo que Michel Foucault denomino como biopolitica, que consiste en la apropiación e utilización  de la vida de los sujetos pertenecientes a una población dada, de sus cuerpos, su tiempo, su sexualidad.

Este capitalismo ético retoma las formas ideológicas de la caridad que venían de siglos anteriores y estaban presentes en las clases altas, se busca dar algo a aquellas clases más desvalidas, pero no con la intención de mejorar sus formas de vida, de darles recursos para que se puedan hacer cargo de ellos mismos sin necesidad de la caridad, sino convertirlos en lo que Marx denominada los lumperproletarios, personas dependientes totalmente de las formas de caridad, incapaces de sostenerse a sí mismos, incapaces de generar conciencia política, alienados a la ideología de la clase en turno que los ayuda, alienados a sus intereses, sujetos dóciles, obedientes.

Con el avance de los discursos democráticos, estos lumperproletarios se volvieron cada vez mas claves,  se volvieron votantes en masa, que podían ser manipulados, orientados a representar los intereses de determinadas formas de capital, por medio de su voto podían representar la diferencia en la implementación  de determinados programas económicos, políticos, el lumper se vuelve así en ese sector clave de legitimación de la democracia, y de la consolidación de los intereses del capital.

Ahora bien ¿De que formas opera el capitalismo ético? Esto tiene varios ejes de análisis, yo me centrare en las formas de subjetivación que producen para lograr que se instaure como ideología en la población.

Esta forma ideológica para poder sostener su praxis, opera desde 3 pasos que en apariencia son inconexos entre sí, pero que si se analizan profundamente están muy relacionados.

1.- La difusión masiva de la pobreza. Es muy común encontrarnos en los medios de comunicación, una marcada tendencia a mostrar las condiciones de pobreza en las viven un conjunto de personas, principalmente en los países de tercer mundo, esta estrategia tiene como finalidad que una gran cantidad de la población tenga percepción de que la pobreza existe, de difundirla y que se le genere un estado emocional con respecto a esta.

2.- La manipulación emocional de los sujetos. Una vez que la población tiene clara las condiciones de pobreza, se empieza con una manipulación mediática que apela fundamentalmente a la consolidación de la ideología de que la ayuda es importante, se generan discursos sobre la solidaridad, sobre la responsabilidad de ayudar, constantemente vemos en la publicidad mensajes como “tu puedes ayudar”, “está en tus manos que esto cambie” o manifestaciones que son incluso más agresivas que generan la subjetivación de las personas que empiezan a percibir que si no ayudan son parte del problema. Se le genera así al sujeto el deseo de ayudar, en parte por culpa, ya que al no estar muriendo de hambre, al tener acceso a los servicios básicos, la ideología les hace pensar que son privilegiados, aunque muchas veces sus condiciones no difieran de forma significativa con las de las clases pobres.

3.- Brindar opciones cómodas y seguras de ayudar. La ultima parte de la estrategia opera de forma muy simple, las corporaciones ofrecen una gama de alternativas en la cuales las personas pueden ayudar a “cambiar al mundo”, ofrecen una gran gama de posibilidades de ayuda a las clases desamparadas, que van desde las donaciones, apoyo de difusión en redes sociales, pero la mas macabra de todas es la de manipular la percepción del consumo.

Esta manipulación de la ideología del consumo es quizá la más importante de estas estrategias, el capitalismo ético distorsiona estas ideas del consumo como algo banal, como una manifestación de derroche para pasar a construirlo a partir de una perspectiva ética y moral.

Comienzan a surgir un sinnúmero de empresas que lanzan slogans como, “nuestra empresa dona una parte de sus ganancias a los niños de africa”, “nuestra empresa paga sueldos justos a los empleados”, “nuestra empresa usa productos amables con el ambiente”, “nuestra empresa apoya el pago justo de los insumos que consumimos” esto construye la ideología de que al consumir productos de estas empresas se está generando un cambio en la sociedad, que se está ayudando a que mejoren la calidad de vida de las personas, en resumen el consumo pasa de ser un defecto social a algo bueno, a algo noble.

Ahora bien para que un engaño o manipulación opere debe haber también una contraparte que elige creer en el engaño, esa parte de nosotros que elige la mentira a la verdad, que prefiere enmascarar sus prácticas consumistas, dándole estos toques de ayuda, ese común de las personas que eligen no ser libres, alienarse ante las formas ideológicas dominantes en su época. Esta forma de consumismo saca ese lado de las personas, su lado de confort, el sujeto cree esa mentira que al consumir un producto esa ayudando a ser un mundo mejor,  cuando en realidad no está cambiando absolutamente nada. Lo elige porque es mas cómodo, porque no le significa ningún tipo de esfuerzo, no le implica un cuestionamiento a sus creencias, a sus costumbres, a su forma de vivir, elige creer en esta ideología porque le plantea un cambio en el cual no tiene que hacer nada más que lo que viene haciendo regularmente que es consumir, lo exime de su responsabilidad en su contribución a los abusos de las corporaciones, es un cambio que puede hacer desde el sillón de su sala, mientras ve la tele.

De nada sirven donaciones de estas mismas empresas que con sus prácticas depredadoras brindan malos sueldos a los trabajadores, los explotan, la transformación de la calidad de vida de los sujetos en pobreza no pasa por darles medios de sobrevivencia,   esto solo perpetua su estado de indefensión.

La mayoría de estas donaciones se articulan en ayudas que prolongan la sobrevivencia de estos sujetos, medicinas, comida, agua, pero que poco ayudan a resolver su problema de origen, ayudar al medio ambiente no es comprar productos biodegradables, no es comprar productos “ecofriendlys” , este capitalismo produce una pasividad en el sujeto, haciendo que renuncie a formas de transformación más reales, a que formule exigencias a los gobiernos para que se implanten regulaciones ambientales estrictas a las empresas, regulaciones especificas al capital, para que brinde mejores sueldos, servicios médicos, oportunidades de capacitación, de crecimiento laboral.

Es importante dejar de ver al capitalismo ético como una forma de ayuda y de transformación social,  este es solo una estrategia de poder biopolitico, que busca utilizar a la población para aliviar sus responsabilidades, para minimizar las consecuencias de su practicas antiéticas, una estrategia que busca seguir sosteniendo la repartición inequitativa de la riqueza, busca seguir reproduciendo un orden social dominante, generar sujetos dependientes de la caridad fácilmente manipulables para fines políticos, al comprar tu producto de capitalismo ético no estás ayudando, la única forma de ayudar es tomando conciencia de las implicaciones de estas prácticas de ejercicio de poder, informándonos, generando movimientos de asociación en la sociedad civil que permitan establecer un contrapeso al poder del capital.

Eduardo Contreras Merino. Psicoanalista.
Contacto al teléfono 5523275307.

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